
Pocas
veces tenemos la ocasión de disfrutar de una exposición
donde el artista nos brinda la oportunidad de ser algo más
que meros espectadores de su creación; ese privilegio suele
recaer en aquellos que trabajan dentro del círculo profesional
del artista (el galerista, los críticos, los coleccionistas)
y por lo tanto comparten con él, en cierta medida, las
etapas por las que transita. Sin embargo, es en el proceso de
creación que ha surgido de la imbricación del artista
con su entorno no profesional, donde realmente se ha producido
la magia del desvelamiento, del descubrimiento, la magia de su
creación.
La única ventana de su estudio, un ático situado
en el centro de Palma de Mallorca, ha sido marco de observación
de su entorno y de lo que en él ha ido aconteciendo, a
la vez que pequeño laboratorio para este experimento. En
esta obra, Camba consigue capturar la mística relación
que une al artista con su entorno. Es la misma relación
que mantienen los monjes con sus santuarios, o los ermitaños
con sus cuevas o templos; una relación que les lleva a
estados de percepción y conciencia más elevados
de los que alcanzamos nosotros los viandantes que circulamos por
el mismo espacio, sin apenas ser conscientes del mundo que nos
rodea.
Bajo el título de "silencio urbano", Camba nos
presenta una nueva serie de fotografías y montajes, resultado
de las diferentes etapas de un proceso de de-construcción,
abstracción y reconstrucción que el artista realiza
desde técnicas digitales.
"Silencio Urbano" marca una nueva fase en el desarrollo
de Camba como artista. Si bien sigue trabajando con el tema de
la comunicación en la era contemporánea, su trabajo
ha evolucionado hacia nuevos niveles de compenetración
con su entorno y de complicidad con el propio observador. Esta
exposición representa una de esas ocasiones tan poco comunes
donde el artista nos invita a transgredir el papel de espectadores
para compartir con él, la magia que se crea cuando el artista
mira a su alrededor.
Eva
Shakouri
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Desde
hace años, los temas que trabajo están muy relacionados
con la comunicación e incomunicación del ser humano.
La serie "Silencio Urbano" que presento en la galería
Espacio Zambucho de Madrid, trata de la comunicación e
incomunicación dentro de la ciudad. En esta serie queda
reflejada la sensación de soledad que se vive en las ciudades,
donde podemos estar muy solos, aún rodeados de miles de
personas. No es una visión triste, sino una postura casi
mística de la soledad. Aparecen las formas arquitectónicas
de la ciudad sin el ruido que las contamina; edificios sin ventanas,
ni antenas, ni barandillas, ... solamente la forma exterior, como
si fuesen esculturas. Silencio para contemplar. Son formas muy
poéticas, casi minimalistas, y aunque son fotografías
manipuladas sobre aluminio, tienen un tratamiento muy pictórico.
Es como si hubiese pintado con fotografías. En algunas
obras se conserva la apariencia de los edificios, pero en otras,
surge una composición fragmentada, una "ciudad en
silencio" personal.
Antonio
Camba
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Yo
conozco esa ciudad. Es un contenedor de gentes feo, impersonal
y atemporal. Sus calles están repletas de gentes que pasan
inadvertidas y el ruido es ensordecedor: voces, coches, sirenas
en un intento colectivo de confundirte, de no dejarte pensar,
de no dejarte descansar.
Cegar
los edificios, desproveyéndolos de cualquier signo es el
canto a la libertad individual que Antonio Camba nos propone en
"Silencio urbano". Es la elección libre del refugio
para disfrutar de la soledad y del silencio como medio de reflexión
y lugar de encuentro con uno mismo.
La ciudad se transforma así en potentes cajas fuertes que
protegen las ideas, los valores y los sentimientos. Son esculturas
amables que equilibran sus fuerzas con la energía acumulada
de sus habitantes.
"Silencio urbano" viene a reivindicar la parte amable
de la vida, desmitificar los tópicos y descubrir y analizar
la belleza a través de la fealdad.
Nieves
Barber
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PARA
MAYOR INFORMACIÓN: TRAYECTORIA DE ANTONIO CAMBA