La
ceguera de los sentidos
De repente, no sé por
qué lugar ni por qué medio, he conocido que H. padece
de ceguera. No es extraño, pues por esos caminos la vista
sufre mucho. Es más, probablemente esa información
no sea del todo cierta. Yo creo que H. sufre una ceguera momentánea;
una especie de deslumbramiento, cuando no alguna extraña
metamorfosis en ciertas aves no voladoras cual gallina o avestruz.
Pero lo cierto es que en el caso de H., la ceguera, que es algo
que todos acostumbramos a practicar, adopta una actitud reveladora,
clarividente, señaladora. Qué extraña paradoja
silencioso señor H., señalar sin ver, clarividencia
ciega, revelación velada de negro. Creo que no está
muy contento H. con lo que veía, mas mucho me temo que
no lo estará menos con lo que no ve ni con lo que verá.
La ceguera es otro de los calvarios que produce el conocimiento.
Conoces algo tanto que desconoces todo lo demás. Ves y
no te reflejas, miras por no ver; es una actitud humana, señor
H., no se humille; tampoco nos humille a nosotros, vulgares víctimas
del vicio de ver y del de no ver. Acaso intuyo que el señor
H. está pretendiendo una mirada activa, no un soslayo,
una mirada de introspección hacia nuestro interior, otra
mirada. Probablemente en un principio todo sea oscuridad, pero
de repente, de esa oscuridad empecemos a detectar matices hasta
controlar todo ese espacio hasta ahora vacío y oscuro.
Como quien no puede mirar más arriba o quien solo tiene
ojos para el cielo. Como quien se abandona a la deriva del sol
mundano. Y qué decir de los que no ven nunca, ni cuando
quieren ni cuando no quieren. Muchos van sin bastón y se
orientan, pero como todos, damos palos de ciego, torpemente tropezamos
en la misma piedra, por culpa de la niebla. Es extraño
(que no imprevisible), este señor H., igual desaparece
que lo encuentras perdido en el vacío de la nada, que se
encierra en las dos habitaciones más alejadas de las cuatro
que habita, que aparece con un bastón y una venda. Aunque
recuerdo haberlo visto cubriéndose los ojos con sus manos
o con una amplia máscara de señor invisible. La
verdad es que ver al señor H. siempre es una sugerente
manera de volver a no ver de nuevo.
(Julio Criado)
Javier
Roz (Plasencia
1975)
Reflexión y sugerencia. El trabajo de Javier Roz se centra
en la realización de proyectos que partiendo de una imagen
o idea, reflexionan sobre ella usando diferentes soportes: dibujo,
pintura, fotografía y vídeo.
Ha realizado 13 exposiciones individuales en Málaga, Sevilla,
Almería y Alicante, entre ellas Ars subtilior Taller
Gravura, Málaga (2001); Cuatro Galería Acanto,
Almería (2001); Lo difícil es hacer las preguntas
Galería Full Art, Sevilla y Centro Cultural Provincial,
Diputación de Málaga (2004), Nodos (junto
a Enrique Brinkmann) Galería Arteko, San Sebastián
(2005), y Blindfold / blind alley Espacio Zambucho, Madrid
(2006). Más de 30 exposiciones colectivas y participaciones
en ferias; Estampa (Madrid) desde 2001 con el Taller Gravura;
ARCO 2004 Madrid, Stand de la Diputación de Málaga;
Abierto Monasterio de San Clemente, Sevilla; Generación
XXI CajaDuero -Cáceres, Plasencia, Valencia, Cádiz,
Badajoz-; Entremedios, gráfica contempor‡nea Galer’a
Espacio Zambucho, Madrid; La biblioteca del pintor Centro
de Arte de Almería y Museo de Adra. Ha recibido numerosos
premios, como III Certamen de Pintura Primavera El Corte Inglés
(Primer premio) Málaga; II Certamen Provincial de Artes
Plásticas (obra adquirida) Málaga; IV Beca de Primavera
del Ayuntamiento de L'Escala Girona (finalista); X Certamen Unicaja
de Artes Plásticas, Palacio Episcopal, Málaga; VII
Certamen Andaluz de Pintura Contemporánea "Ciudad
de Torremolinos" Málaga, (Primer premio); Premio especial
"Andalucía Joven en Formación Artí’stica"
para el proyecto "4 Habitaciones"; Muestra de Jóvenes
Creadores 2004. Ayuntamiento de Málaga (Tercer premio)
CAC Málaga. Su obra se encuentra, entre otras, en las colecciones
del MEIAC de Badajoz, Museo de Arte Contemporáneo de Casoria,
Diputación de Málaga, Ayuntamiento de Málaga,
Colección de pintura de El Corte Inglés, La Bibliothèque,
Saint Herblain y Artothèque Pierre Ta-Coat, Ville d'Hennebont,
ambas en Francia.